ite desfavorable fachadasEste apartado es el que suele ocasionar el mayor número de Inspecciones desfavorables, normalmente basadas en el riesgo de desprendimientos de cornisas, molduras, revestimientos, aleros, cantos de balcones o terrazas, y, en general, de cualquier elemento que pueda formar parte de la fachada.

En este aspecto, el técnico que realice la inspección debe ser especialmente cuidadoso, a fin de evitar el riesgo de que algún elemento de la fachada se desprenda provocando daños materiales o personales.

Por otro lado, es necesario prestar atención a una serie de puntos críticos que presentan las fachadas de cara a la acción de la humedad, a fin de evitar que ésta desencadene un proceso de erosión que acabe disminuyendo la seguridad constructiva de la fachada, o bien que el agua acabe filtrándose al interior del edificio disminuyendo sus condiciones de habitabilidad. Se trata de puntos singulares en los que las características generales de las fachadas se ven interrumpidas, siendo necesario aplicar tratamientos específicos para evitar la filtración del agua. Estos puntos singulares son:

  • Coronación de petos.
  • Jambas, dinteles y vierteaguas de ventanas.
  • Encuentros de cubiertas o terrazas con la fachada.
  • Encuentros de cubiertas o terrazas con petos de fábrica.
  • Cornisas, relieves, impostas, etc…de cualquier tipo.

En todos los casos, los síntomas de la humedad suelen ser, en primer lugar, las manchas perceptibles inicialmente desde el exterior y finalmente desde el interior. Estas manchas, ante la persistencia de la lesión, pueden llegar a rezumar, e, incluso, a gotear. Más adelante, si no se reparan, podrán aparecer lesiones secundarias, tales como eflorescencias, desprendimientos, erosiones físicas, y aparición de moho.

También es una lesión frecuente en fachadas, patios y muros interiores la acción de la humedad que asciende por capilaridad desde el terreno. Esta lesión es frecuente en edificios antiguos, sin impermeabilización que aísle el edificio del terreno, y se manifiesta por la aparición de una mancha de humedad en el arranque del muro, hasta una altura aproximada de un metro. Aparte de problemas de habitabilidad, puede disminuir la resistencia de los muros si es muy persistente en el tiempo.

Otra de las lesiones frecuentes en las fachadas es la corrosión de cualquier tipo de elemento metálico que pudiera haber en la misma (barandillas, estructura de balcones, etc…).

Por último, es necesario indicar que la suciedad en las fachadas no es por sí misma una lesión que motive una ITE desfavorable, ya que no afecta a las condiciones de seguridad constructiva o de habitabilidad del edificio.

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