grietas

Las causas que pueden provocar un mal funcionamiento de la cimentación de un edificio pueden tener un origen muy diverso, y suelen ser causa de la aparición de importantes grietas o desplomes en los edificios, llegando en los casos más extremos a causar el colapso total o parcial de los mismos.

En el siguiente artículo vamos a enumerar y tratar de explicar las más habituales.

Errores en la estimación de la capacidad portante del terreno

Se presentan cuando se somete al terreno a una tensiónb de trabajo que supera la tensión admisible. Suele suceder cuando en proyecto no se consideran algunas sobrecargas de uso o la cimentación es escasa. En general se producen por un insuficiente conocimiento del terreno, a su vez motivado por la carencia o insuficiencia de un estudio geotécnico adecuado.

Existencia de rellenos superficiales

Se debe a la presencia de rellenos superficiales en los terrenos de mayor o menor espesor. Estos terrenos pueden llegar a alcanzar espesores importantes y estar constituidos por terrenos extraídos de la zona, lo que puede dificultar su reconocimiento a simple vista. Los problemas que originan son asientos diferenciales en los edificios apoyados sobre ellos, dada su gran heterogeneidad y su menor resistencia que un terreno natural.

Como se puede ver, está muy relacionada con la anterior y es perfectamente evitable con un estudio geotécnico adecuado.

Existencia de cavidades en el terreno

La existencia de cavidades, ya sean naturales (cuevas) o artificiales (bodegas) pueden causar daños si se desconoce su existencia. La falta de apoyo de la cimentación puede causar hundimientos bruscos que causen graves daños al edificio.

Al igual que el caso anterior, se trata de daños que se pueden evitar con un buen estudio geotécnico.

Alteración del material de la cimentación

Se corresponde al caso de cimientos situados en terrenos agresivos y no protegidos adecuadamente, o no ejecutados con los materiales y geometría convenientes. El caso principal se corresponde con cimientos situados en terrenos o aguas con gran contenido en sulfatos, y no construidos con cementos sulforresistentes, o ejecutados con escasos recubrimientos.

Acción del agua sobre las cimentaciones

El agua suele ser el agente que causa la mayor parte de las patologías sobrevenidas, al causar socavaciones por arrastre de las partículas más finas del terreno de apoyo de los cimientos. El caso más habitual viene producido por las pérdidas de agua en las redes de saneamiento de los edificios, que crean corrientes localizadas de agua que al arrastrar los finos del terreno pueden crear socavones que descalcen la cimentación.

Otro daño posible de esta tipología se produciría en terrenos de naturaleza expansiva (arcillas expansivas). En estos casos, el cambio de humedad se traduce en un cambio del volumen del terreno de graves consecuencias. Este efecto se intensifica en elementos superficiales (soleras), en cimentaciones poco cargadas que no puedan impedir el levantamiento del terreno, en zonas de elevada desecación y en zonas donde el riego es abundante.

En terrenos de naturaleza fundamentalmente limosa o arcillosa, el agua al saturar el terreno reduce considerablemente su capacidad portante.

Por último, una oscilación importante del nivel freático del terreno también puede ser causa de patologías.

Inestabilidad del terreno

Fundamentalmente se produce en edificios situados en laderas, debido a que las excavaciones necesarias a ejecutar durante la obra pueden disminuir la estabilidad frente a deslizamiento del terreno.

Ambiente exterior

Se encuentran fundamentalmente en edificios construidos en coronación de barrancos escarpados, en los que la acción del agua de escorrentía puede acabar desprendiendo bloques rocosos, descalzando la cimentación de los edificios situados en su coronación.

Catástrofes naturales

Se trataría de daños causados por terremotos, inundaciones con subidas importantes del nivel freático, etc…

Construcción de edificios próximos

Aquí se puede dar una amplia casuística de daños, de los que los principales serían:

  • Debidos a ejecución de sótanos junto a otros edificios, lo que produce una descompresión del terreno que puede provocar asientos.
  • Excavaciones realizadas en laderas, que puede comprometer la estabilidad de las construcciones situadas por encima de la excavación.
  • Vibraciones producidas por el uso de maquinaria pesada, que pueden causar daños en los edificios colindantes.

Errores en la ejecución de la cimentación

Se trataría del empleo de materiales de baja calidad, o sin las características necesarias para asegurar su durabilidad a largo plazo. La mala puesta en obra conduce a elementos más fácilmente atacables y menos resistentes.

Variaciones en las hipótesis de proyecto

Ocurre fundamentalmente en los cambios de uso de los edificios, en los que se suelen incrementar las sobrecargas, o por el aumento de plantas del edificio.

Conclusión

Como hemos visto, la cimentación de un edificio puede verse afectada por una amplia variedad de acciones que pueden causar daños sobre la misma. La forma de reparar estos daños deberá elegirse en función de las causas concretas que los han producido. Para conocer los métodos de reparación más habituales, os invitamos a leer este otro artículo.

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