La fuerte nevada ocurrida en Madrid y zona centro peninsular nos ha dejado bellas imágenes, pero también un buen número de daños en vías públicas y edificios. Estos días hemos podido ver imágenes de árboles caídos sobre aceras y vehículos, pero también hemos visto numerosas cubiertas derrumbadas por el peso de la nieve.

edificio nieve cubierta

Esta situación puede hacer que la sociedad se pregunte varias cuestiones:

  • ¿Están preparados los edificios españoles para resistir una nevada de estas características?
  • ¿Peligra su seguridad y estabilidad constructiva?

En este artículo vamos a repasar cómo se estima la carga de nieve que debe soportar un edificio, a fin de comprobar si una fuerte nevada puede poner en peligro su seguridad estructural.

PELIGRO DE HUNDIMIENTO DE CUBIERTAS ANTE EL PESO DE LA NIEVE

La siguiente imagen ha circulado los últimos días por Internet, y de ella se han hecho eco numerosos medios de comunicación digitales. Corresponde a una cubierta de una pista deportiva de un colegio de Toledo. Según las informaciones publicadas, esta cubierta era de reciente construcción, pero no ha sido capaz de soportar el peso de la nieve acumulada.

Cubierta hundida por la nieve

Ante esta imagen, es razonable que salten las alarmas en la sociedad, y a los técnicos nos pregunten si todos los edificios están preparados para soportar el peso de una importante capa de nieve acumulada.

La normativa actualmente vigente que regula las cargas que debe soportar un edificio es el CTE, en su Documento Básico de Seguridad Estructural – Acciones en edificación (SE-AE). Este documento está en vigor desde el año 2006, y antes que él, se aplicaba la Norma Básica de Edificación de Acciones en la Edificación del año 1988. Los valores que ofrece la norma se estiman a partir de datos estadísticos de los que se extraen situaciones cuyo período de retorno se estima en 50 años.

Según este documento del CTE, se establecen dos posibles situaciones:

  • Si se trata de un edificio de pisos, con cubierta plana, y a una altitud menor de 1.000 m, se considera de forma simplificada una carga de nieve de 1 kN/m2, lo que es equivalente a 100 kg/m2.

  • En otros casos (cubiertas ligeras, cubiertas inclinadas, altitud mayor de 1.000 m), es necesario calcular esta carga aplicando una fórmula que tiene en cuenta tanto la ubicación del edificio como la forma de la cubierta, a fin de tener en cuenta el efecto de la acumulación de la nieve en las zonas más próximas a los aleros. La aplicación de esta fórmula puede llevar a resultados mucho mayores de los establecidos para el caso general, pero también a resultados mucho menores, sobre todo en caso de cubiertas inclinadas sin antepechos inferiores, en las que se supone que la nieve puede deslizar fácilmente hacia abajo.

Por ejemplo, para el caso de la carga de nieve en Toledo, en un edificio con cubierta con inclinación menor de 30º y sin límites inferiores al deslizamiento, el peso a considerar por la carga de nieve sería tan solo de 50 kg/m2.

¿Y de dónde salen todos estos valores? El peso de la nieve recién caída se estima en 120 kg/m3. Medio metro de nieve, como lo que se estima que cayó, daría así un peso de 60 kg/m2. La nieve, una vez que lleva varios días acumulada, se compacta, aumentando su peso hasta los 200kg/m3. Esto haría que para medio metro de nieve el peso subiera hasta los 100 kg/m2, aunque habría que tener en cuenta en este caso que parte de la nieve ya se habría derretido, y por tanto la cantidad de nieve acumulada descendería.

En ambos casos vemos que el peso de la nieve quedaría dentro de las cargas previstas por la normativa para el caso general de cubiertas planas, pero no así en el caso de cubiertas inclinadas. Por tanto vemos que la fuerte nevada caída en Enero de 2021 supondría un caso excepcional que sobrepasaría las previsiones de la norma. Para estos casos, entraría en juego lo que se denomina coeficientes de seguridad.

Al tratarse la nieve de una acción variable, este coeficiente de seguridad sería de 1,50. Lo que, para el caso que estamos analizando de Toledo, elevaría la carga de nieve hasta los 75 kg/m2, lo que ya debería ser suficiente para que la cubierta hubiera resistido la acumulación de nieve producida.

Además, la resistencia de los materiales estructurales también se minora con un nuevo coeficiente de seguridad, distinto según el material de que se trate.

Por tanto podemos ver que aunque en una situación completamente excepcional se superaran los valores de la carga de nieve, las estructuras tendrían margen para resistir las cargas a las que estarían expuestas.

¿Por qué hemos visto imágenes de cubiertas derrumbadas?

cubierta hundida nieve

Denominamos “cubiertas ligeras” a aquellas en las que el peso propio de los materiales de cobertura es inferior a 100 kg/m2. Se trataría de cubiertas de naves industriales, pistas deportivas, etc…En muchas de ellas, de hecho, el peso propio de estos elementos de cobertura no llegaría ni a los 30 kg/m2. Es a este tipo de cubiertas a las que se aplicaría el segundo caso anteriormente mencionado, con una carga de nieve menor para no penalizar su cálculo frente a carga vertical.

En contraposición tendríamos las “cubiertas pesadas”, que serían las propias de edificios de viviendas, oficinas, etc….cuyo peso propio, contando elementos estructurales y de cobertura, puede estar en el entorno de los 400-500 kg/m2.

Como vemos, en una cubierta pesada una nevada de importantes proporciones apenas supone una pequeña fracción de la carga que la estructura de la cubierta debe soportar, sin embargo, en una cubierta ligera, la carga de una nevada fuerte puede llegar a duplicar o triplicar el peso propio de la cobertura, constituyendo así la carga principal a la que va a estar sometida.

Vemos así que estas cubiertas ligeras son extremadamente sensibles a estos aumentos de carga provocados por fuertes nevadas. Los 50 cm de nieve caídos pueden llegar a superar la carga establecida por la normativa, debiendo así entrar en juego el coeficiente de seguridad que se aplica para casos excepcionales. Por tanto, cualquier error de diseño, de cálculo o de construcción puede provocar su colapso.

PELIGRO EN ELEMENTOS VOLADOS

Otros elementos del edificio que pudieran peligrar son los elementos volados: balcones, terrazas, elementos anclados a fachada, etc…

Balcones y terrazas se calculan con la misma sobrecarga de uso que el resto del edificio. En el caso de viviendas, sería de 200 kg/m2. Por tanto, este tipo de elementos deberían poder aguantar importantes espesores de nieve sin problema. Además, al ser elementos fácilmente accesibles por los usuarios, la nieve puede ser retirada de forma inmediata, reduciendo así las posibilidades de colapso del elemento.

En cuanto a otro tipo de elementos anclados a fachada, su estabilidad dependerá de sus condiciones constructivas y de anclaje. Estos elementos, al no ser estructurales, no se les aplica la normativa de cálculo de estructuras, por lo que en estos casos no se puede generalizar y sería necesaria una inspección elemento a elemento para comprobar sus condiciones de seguridad.

SERVICIO DE INSPECCION DE EDIFICIOS

Ponemos a disposición de cualquier persona interesada nuestros servicios como peritos especializados en construcción y estructuras para visitar e inspeccionar cualquier edificio y verificar que la estructura no ha sufrido daños, o para determinar las causas que hayan podido producir cualquier tipo de colapso estructural.

Nuestro ámbito de actuación sería toda la Comunidad de Madrid y provincias limítrofes.

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