Ya hemos dicho en otras ocasiones que el agua es uno de los mayores enemigos de la correcta conservación de los edificios. Su acción va minando progresivamente la consistencia de
Una patología inherente al acero y, desde luego la que se presenta con mayor frecuencia, es la corrosión metálica, que en la mayoría de los casos es producto de la acción del óxigeno contenido en el aire o en el agua sobre una estructura de acero sin tratar. Para determinar el nivel
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